Project Life de aprovechamiento
¡Buenos días, loquitas!
Al habla Cristina (@_cristinuchi), de Susurros y otras cositas calladas, y hoy estoy aquí con un post de Project Life.
Seguro que todas sabéis lo que es la cocina de aprovechamiento: esa en la que coges restos y te marcas una receta rica y baratica.
Pues, si nos llevamos eso al Project Life, de lo que trata mi post de hoy es de aprovechar esos repitajos de papel que a veces nos sobran y guardamos por si acaso. Y para aprovecharlos lo que os propongo es hacer con ellos unas tarjetitas de PL con las que documentar alguna semana.
Esto surgió del firme propósito que me planteé este verano. Os cuento: resulta que en julio me poseyó el espíritu de Marie Kondo (bueno, quizás no tanto) y decidí ponerme con mi habitación de manualidades. Sacando y sacando cosas, reorganizando, tirando, donando y seleccionando, fui consicente de la cantidad de material que tenía intacto. Así que decidí que no volvería a comprar nada hasta que gastara lo que tengo. Y, entre todo lo que tenía, tenía estos repitajos de papeles de la antigua marca Sassafrass Lass que no estaba dispuesta a tirar:
La verdad es que el asunto no tiene mucha historia, pero os lo cuento igualmente, porque creo que, aunque es sencillo, queda resultón y quizás os puedo resultar de utilidad.
En todo lo que os voy a contar trabajo con tiras de papel que en su día guardé, de grosores y longitudes diferentes...
Una de las cosas que hice fue superponer distintas tiras y cargarlas sobre en un lado de la cartulina blanca. Las cosí a la cartulina con hilo azul oscuro y distintos tipos de puntadas. Después completé las tarjetas con alguna flor, pegatina, crónica...
En la primera tarjeta, que es horizontal, cosí las tiras en el lado izquierdo, le puse una flor con un botón en una esquina y la crónica en la esquina opuesta, para equilibrar.
Las siguientes dos tarjetas son verticales. La primera lleva las tiras en el lado derecho, y la otra, en la parte inferior. Recurrir a tijeras de formas (zigzag) y troqueladoras de borde son también un buen recurso para que las tiras no nos queden demasiado lineales.
Esta misma idea es también aplicable a algunas fotos que lo permitan, porque tengan aire en alguno de sus lados. Por ejemplo, esta:
De esta manera se consigue una mayor sensación de unidad entre todo el conjunto, abarcando tanto fotos como tarjetas.
Además, todas las tarjetas están cosidas por el borde, lo que contribuye también a esa unidad.
A veces las tiras y trozos eran tan pequeños que no me llegaban para cubrir el lado completo de la tarjeta... ¡no problem! Las puse en una esquina, las cosí, cosí un borde y añadí algo en la esquina opuesta para equilibrar la tarjeta:
De nuevo, la idea es aplicable también a alguna foto que lo permita:
A otras fotos les añadí algún elemento decorativo, doodles de corazones con un rotulador Posca...
Y una última tarjeta, con la costura en el borde, algo de lettering y otra flor con botón, para mantener la estética.
Y así quedan las dos fundas terminadas, con todas sus tarjetitas y fotos:
Cuidé que los colores de los papeles fueran parecidos a los de las fotos, de esta manera la sensación de armonía es mayor. De ahí que predominen el azul (como el capazo y ojos de mi niña) y los tonos anaranjados/rosados, más en sintonía con la piel.
¡Y aún me han sobrado trozos con los que, sin duda, haré más tarjetas de este estilo!
¿Qué os ha parecido? ¡Ojalá os haya gustado! Contadme vuestras opiniones, que me encantará conocerlas. ¡Gracias por leerme, hasta la próxima y feliz scrap!
2 comments
Me encanta esta manera de aprovechar resto!!! Y esa modelo tuya... 😍😍😍
ResponderEliminarGenial lo de aprovechar los restos. Te han quedado estupendas las dos páginas del PL. Y Valentina es preciosa!! 😁
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